El día es gris y frío:así uno supone al psiquiátrico un sábado.Sin embargo,una canción de Manu Chao rompe el silencio y el preconcepto.Allí sillas blancas forman un círculo donde se ríe,se matea y se comparte:algunas palabras,muchos silencios y experiencias similares.
Unos bailan.Otros observan.Y ese otro mate.El micrófono circula y motiva a quien lo recibe.
Adentro,los pabellones están en silencio:sin médicos,sin enfermeras y con pocos pacientes.Desde un remoto parlante,también ahí llega música.Pero esto no logra enlazar (quizás no se lo haya propuesto),como la que se oye afuera.Esta música no resuena en el cuerpo porque no los alcanza.Tal vez la música tenga una significación adentro y otra afuera, o quizás logre transformar en sonidos que escapan al atravesar eso que concierne a tantos aquí adentro:los muros.
Emilio Walters
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