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jueves, 18 de octubre de 2012

´Bailar pegados y pasearse por la vida dejando a un lado no ser tan sólo uno...¨

Tal vez necesitemos más de alguien a nuestro lado que una fugaz relación de tal sólo un momento.Podremos sentirnos perdidos, quizás - a veces angustiados - y, por momentos hasta percibir que casi no nos quedan fuerzas y que el alma se nos ¨congela...¨.
Todo ser vivo, instintivamente y sin tenerlo como proyecto; busca vincularse por una necesidad imperiosa de proyectarse y ser reconocido.
Podrán acosarnos ¨sombras y fantasmas¨ de un pasado no bueno o en casos, sentir que el presente y lo que está por venir nos sumerja en fosas oscuras y de dudas.
Desde que nos unimos al mundo, está presente en cada ser la tan casi desesperada búsqueda de la relación y andar por la vida haciendo la vida fuera de la soledad que  inconscientemente en algún momento nos marca su presencia.
Ya sea en medio de un abrazo, el estar cerca de alguien percibiendo su ¨vibrar de vida¨, sentir lo que otro siente por medio de una comunicación de cuerpos, voces, olores y lo que nos hace sacudir nuestros sentidos todos, sea más que esa simple necesidad de estar próximo a alguien.Somos una unidad que se mueve en la tierra por esa impalpable ¨pura energía¨ en la cual no siempre ponemos toda la atención que esto de la relación y vincularse lo amerita.
Desde un simple abrazo en medio de un sensible roce de cuerpos y hasta la proximidad de acercarnos a alguien para un expresarnos con nuestros sentimientos, desde la palabra y hasta hacer crecer nuestros sentidos, tal vez sea la clave justa para hacer crecer nuestro interior y nuestro sentir en gran parte con sensación de bienestar, placer, seguridad y enriquecer saludablemente todo nuestro potencial energético.Nos hace grandes y sentimos que nuestro interior se expande como ramas, crecemos y lo que percibimos nos agiganta llevándonos hasta límites insospechados.Nos sentimos más plenos y nuestros sentidos traspasan fronteras.
El no estar solos, -casi sin dudas-, hace de este paso por la vida a un tránsito que linda casi hasta con lo que podríamos llamar ¨felicidad¨, alegría, estar vivos y sentir que si lo estamos.
Nos abre la mente.
Renace nuestra piel.

                                                        Soy yo:Miguel

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