El encierro no existe, depende de cada ser humano si está
encerrado en sí mismo o no. Yo creo y estoy convencido de que un ser humano, un alma, un cristiano es
libre y feliz en todos lados donde se encuentre.
Para la sociedad decir que estuve internado en un
neuropsiquiátrico es mala palabra, ellos discriminan mucho. Prioridad número
uno, no contarle a ningún extraño que padezco una enfermedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario