Viernes a la mañana nos encontramos en el Borda con su gran tamaño haciéndonos sentir pequeños. El primer impacto dentro nos lo llevamos cuando un seguridad se acercó y nos dijo que no se podía sacar fotos ¿por qué? No lo supimos por la boca de él, la respuesta nos la dio un mural del otro lado de la calle que decía "Se prohíbe el ingreso de cámaras al hospital. Lo que pasa aquí adentro no se puede mostrar".
Como estábamos tan emocionados por conocerlo, llegamos temprano y decidimos recorrer el lugar. Cuando llegamos al centro cultural nos encontramos con otros guardias y tuvimos el segundo impacto, cuando nos dijeron "cuidado, no es un lugar muy seguro, todavía no están bien medicados, pueden ser agresivos". Con gran indignación y llenos de preguntas dejamos de recorrer. ¿Por qué peligrosos?. ¿realmente nos quieren cuidar o hay otra cosa detrás?
Todas estas dudas las pudimos disipar cuando hablamos con los compañeros de "Pan del Borda", que nos contaron sobre lo que sucedía y realmente estaba detrás.
Esta experiencia nos sirvió como disparador para poder visibilizar la realidad del Borda. El cierre de la Unidad 20, el traslado de los internos a otra cárcel debido a que dos misteriosamente se incendiaron; el corte de gas hace más de un año, falta de agua en algunos sectores, mala alimentación, las condiciones en las que se encuentra el edificio, la tirada abajo de "Pan del Borda".
Cuando hablamos con los compañeros de los distintos talleres de Pan del Borda y el FAB sentimos una gran impotencia y una sensación de no saber qué hacer para ayudar.
Otra cosa que nos movilizó es el entusiasmo y la fuerza que tienen día a día los compañeros.
Sentimientos encontrados, emociones, angustias, impotencia, bronca, risa, llanto y un enriquecimiento de la experiencia que en los textos no encontramos, nos llevó a explicar los por qué del Borda.
Jazmín Hiriart
Luján Larragnetta
Julieta Ascuri
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